ESTIMULACÍÓN NEUROPSICOMOTORA EN INFANTIL
Dentro del programa de neurociencia
que llevamos a cabo en el centro, en la
etapa de Educación Infantil, nos
centramos más en el aspecto neuromotor,
ya que consideramos imprescindible el trabajo diario de la psicomotricidad para
un adecuado desarrollo y maduración infantil.
La
psicomotricidad es una técnica que, a través de ejercicios corporales,
trata de potenciar, instaurar y/o reeducar la globalidad de la persona, aspectos
motores, cognitivos y afectivos.
A
través de la psicomotricidad se pretende que el niño, mientras se divierte,
desarrolle y perfeccione todas sus habilidades motrices básicas y específicas, potencie la
socialización con personas de su misma edad y fomente la
creatividad, la concentración y la relajación.
Los objetivos de
este programa son entre otros:
-
Maduración cerebral vertical y horizontal.
-
Facilitar la adquisición del esquema corporal, permite
que el niño tome conciencia y percepción de su propio cuerpo.
-
Favorecer el control del cuerpo, el niño aprende a
dominar y adaptar su movimiento corporal (por ejemplo, las manos)
-
Crea hábitos que facilitan el aprendizaje, mejora la
memoria, la atención y concentración, así como la creatividad del niño.
-
Desarrollo de la psicomotricidad gruesa.
-
Conseguir una correcta convergencia y
acomodación visual.
-
Establecimiento de las dominancias laterales.
-
Preparación para desenvolverse y comprender
el espacio.
-
Agilidad mental.
-
Se integra a nivel social con sus compañeros, propicia
el juego grupal.
-
Reafirma su autoconcepto y autoestima, al sentirse más
seguro emocionalmente, como consecuencia de conocer sus propios límites y
capacidades.
De modo, que como consideramos de vital
importancia el trabajo de la psicomotricidad en la etapa infantil, invertimos entre 30 o 40 minutos diarios a trabajar estos aspectos
neuromotores.
Cada día repetimos una serie de ejercicios
como son: reptar, gatear, caminar como los soldados, correr y braquear
(pasar por las barras de la escalera).
Para hacerlo más dinámico ya que todos los
días repetimos lo mismo, lo trabajamos a través de cuentos motores, por
ejemplo: “viajamos a la selva” y somos leones (gatear), vemos una serpiente y
nos desplazamos como ella (reptar), nos encontramos algunas trampas para los
animales así que llamamos a los soldados para que nos ayuden (nos movemos como
soldados), ¡cuidado! Hay un montón de monos saltando por las ramas de los
árboles (braqueamos como si fuéramos monos)…
Además de estos ejercicios que se repiten
todos los días incluimos 2 ejercicios más a los que llamamos ejercicios de anclaje como por ejemplo:
croqueta, círculos con el vientre (reloj), saltos con los pies, andar con
las rodillas, andar a la pata coja, equilibrios, volteretas, andar como los
elefantes y el tambor (patrón cruzado). Los cuales también suelen ir
acompañados con cuentos motores o canciones para marcar un ritmo que les ayude
a realizar los ejercicios y sea todo más dinámico y divertido.
Los beneficios que hemos observado en el
tiempo que llevamos realizando este programa son:
-
Una mayor fuerza en la pinza y en la sujeción
de los objetos con las manos.
-
Una mejora en la coordinación óculo - manual.
-
Mayor control de las posibilidades de
movimiento de su cuerpo.
-
Mejora en la adquisición de conceptos
espaciales.
-
Progreso en el desarrollo de las áreas del
lenguaje.
-
Una mayor interacción y socialización con los
compañeros del aula.
-
Un aumento del desarrollo de su imaginación y
creatividad al inventarnos cada día una historia de donde viajamos.
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